Nueva York, 26 oct. 15. AmecoPress.- «A pesar de los numerosos avances logrados, todavía quedan muchos obstáculos en el camino de la mujer hacia la igualdad global», afirmaba el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, durante la presentación del informe ’El Mundo de las Mujeres 2015’, elaborado por Naciones Unidas a partir de una recopilación de estadísticas recogidas desde 1995, año en el que Pekín acogió una de las conferencias más importantes celebradas en materia de género e igualdad.
En materia de educación, según reza el informe, el número de mujeres que han continuado con sus estudios más allá del instituto ha experimentado un notable incremento, superando la participación masculina en casi todos los países desarrollados y en la mitad de los países en vías de desarrollo.
Sin embargo, al menos dos terceras partes del total de población adulta analfabeta, unos 781 millones de personas, son mujeres. Un ratio que no ha experimentando ninguna modificación en los últimos 20 años.
En lo que respecta a empleo, solo el 50% de mujeres en edad laboral cuentan con un trabajo remunerado, una cifra que en el caso de los hombres se eleva hasta el 75%. Las féminas ocupan, asimismo, puestos laborales peor remunerados que ellos y concentran una tendencia mayor a ocupar puestos de media jornada e, incluso, puestos no retribuidos en empresas y negocios familiares.
Una diferencia, la del tipo de jornada laboral, que varía en función del país de residencia ya que en los países en vías de desarrollo, por ejemplo, ellas emplean tres horas más al día en tareas no remuneradas como pueden ser las del hogar, mientras en los países del primer mundo «tan solo» dedican una hora más al día que sus compañeros.
A la cabeza de los índices de pobreza
El estudio «El Mundo de las Mujeres 2015» refleja también que el 75% de los hogares monoparentales los constituyen madres solteras que, además, sufren mayores tasas de pobreza que los hogares tradicionales o de padres solteros. Asimismo, este ratio se ha incrementado debido al creciente número de divorcios y la maternidad fuera del matrimonio.
Unos datos que ponen de manifiesto, tal y como señala Ban Ki Moon, que «demasiadas mujeres y niñas continúan siendo discriminadas, víctimas de la violencia y de la falta de igualdad de oportunidades en educación y empleo, y excluidas de las posiciones de liderazgo y de toma de decisiones».
Mayor esperanza de vida
Entre los resultados del informe se ha constatado que la esperanza de vida del género femenino se ha elevado desde los 64 hasta los 72 años, al igual que la media de edad a la que se contrae matrimonio que, desde 1995, ha crecido un año, hasta situarse en los 25.
Las muertes por maternidad han descendido, asimismo, un 45% entre 1990 y 2013, aunque todavía se mantienen unas altas cuotas de mortalidad en el sur de Asia y el África subsahariana. El matrimonio infantil -aquel contraído por niñas menores de 18 años- también es un problema especialmente palpable en estas dos regiones, aunque en el año 2010 descendió un 26% de manera global, frente al 31% que acumulaba en 1995.